sábado, 7 de febrero de 2009

Vuelven los fantasmas.


El espanto de observar
Mi rostro quebrado en el espejo
Y gritar por no reconocer el reflejo.

¡Gritar por ver las cuencas
De mis ojos vacías!

Querer llorar y no poder soltar una lagrima.
Cortar mis arterias y no teñir mi figura
Con roja sangre.

Ser un cadáver andante
Sin tumba donde descansar.
Un barco a la deriva
Llamado ‘esperanza’’
Por ser testigo de un sueño
Hecho trizas.

Como un papel descuartizado
Que porta con tinta
Una idea que no es valida.

Un fantasma errante
Al que nadie añora ni reconoce.

Bienvenidos a mi pesadilla.

(R)